Después de tantos kilómetros, desvelos y silencios largos en la carretera, estos paisanos vuelven a pisar su tierra.
Mesa de Redacción
Ciudad de México.- Ya llegaron.
Después de tantos kilómetros, desvelos y silencios largos en la carretera, estos paisanos vuelven a pisar su tierra.
El suelo mexicano los recibe como siempre: con ese olor a rancho, a hogar, a familia que no se encuentra en ningún otro lugar.
Muy pronto, sentados a la mesa, entre un cafecito caliente y sonrisas que lo dicen todo, empezarán a contarse las historias del viaje: el cansancio acumulado, el sust0 que apretó el pecho, la troca cargada hasta el tope, no sólo de maletas, sino de esfuerzo y esperanza.
Pero hoy nada de eso pesa.
Porque lo importante ya pasó: el camino terminó y el reencuentro comenzó.
Es momento de descansar, de abrazar fuerte, de disfrutar lo que tanto se esperó durante meses, quizá años. De volver a ser, aunque sea por un tiempo, simplemente parte de casa.
Bienvenidos, paisanos.
Aquí los esperaba su gente, su tierra y su historia.
