Lo que parecía una tormenta invernal “leve” terminó por poner en jaque a millones.
Mesa de Redacción
Nueva York.- Lo que parecía una tormenta invernal “leve” terminó por poner en jaque a millones.
Una acumulación moderada de nieve cubrió amplias zonas del noreste de Estados Unidos, desde Pensilvania y Nueva Jersey hasta Nueva Inglaterra, tiñendo de blanco calles, carreteras y aeropuertos.
En Nueva York, la nevada provocó un efecto dominó: retrasos en el transporte público, vuelos demorados y cancelados, además de calles y aceras convertidas en auténticas pistas de hielo. Las autoridades activaron de inmediato los planes de limpieza y lanzaron un llamado urgente a extremar precauciones, sobre todo en las horas de mayor tráfico.
Aunque la acumulación no fue extrema, el verdadero peligro llegó con el frío intenso. Meteorólogos advirtieron que las bajas temperaturas hicieron que la nieve se pegara al pavimento, elevando el riesgo de hielo negro, caídas y accidentes, especialmente durante la madrugada y por la noche.
El sistema invernal también se dejó sentir en Boston, Filadelfia, Hartford y Providence, donde se reportaron condiciones invernales persistentes. Afortunadamente, no se registraron vientos fuertes ni daños mayores a la infraestructura.
Mientras cuadrillas continúan trabajando contrarreloj para despejar vialidades y acelerar el regreso a la normalidad, la recomendación es clara: caminar con cuidado, conducir a baja velocidad y mantenerse informado.
El mensaje del clima es contundente:
En el noreste, no hay tormentas pequeñas. El invierno sigue mandando.
Una acumulación moderada de nieve cubrió amplias zonas del noreste de Estados Unidos, desde Pensilvania y Nueva Jersey hasta Nueva Inglaterra, tiñendo de blanco calles, carreteras y aeropuertos.
En Nueva York, la nevada provocó un efecto dominó: retrasos en el transporte público, vuelos demorados y cancelados, además de calles y aceras convertidas en auténticas pistas de hielo. Las autoridades activaron de inmediato los planes de limpieza y lanzaron un llamado urgente a extremar precauciones, sobre todo en las horas de mayor tráfico.
Aunque la acumulación no fue extrema, el verdadero peligro llegó con el frío intenso. Meteorólogos advirtieron que las bajas temperaturas hicieron que la nieve se pegara al pavimento, elevando el riesgo de hielo negro, caídas y accidentes, especialmente durante la madrugada y por la noche.
El sistema invernal también se dejó sentir en Boston, Filadelfia, Hartford y Providence, donde se reportaron condiciones invernales persistentes. Afortunadamente, no se registraron vientos fuertes ni daños mayores a la infraestructura.
Mientras cuadrillas continúan trabajando contrarreloj para despejar vialidades y acelerar el regreso a la normalidad, la recomendación es clara: caminar con cuidado, conducir a baja velocidad y mantenerse informado.
El mensaje del clima es contundente:
En el noreste, no hay tormentas pequeñas. El invierno sigue mandando.
