Sofía Camila, de apenas 6 años, y su hermanita Natalia, de 4, siguen d3sap4r3cid4s desde el pasado 24 de noviembre.

Mesa de Redacción
Uruapan, Michoacán.- Sofía Camila, de apenas 6 años, y su hermanita Natalia, de 4, siguen d3sap4r3cid4s desde el pasado 24 de noviembre, el mismo día en que su madre, Maritza Espino, fue víct1m4 de f3m1n1c1di0 en Uruapan, Michoacán.

Desde entonces, la familia vive una angustia que no encuentra palabras, mientras cada minuto que pasa se vuelve un g0lp3 más al corazón.

La Fiscalía activó la Alerta Amber en un intento urgente por dar con el paradero de las niñas, pero hasta ahora no hay rastro de ellas.

La familia de Maritza ha señalado al esposo de la joven madre como el principal sospechoso, tanto de arrebatarle la v1d4 como de llevarse a las pequeñas, quienes deberían estar en casa, jugando, riendo, abrazadas a quienes aún las esperan.

La vivienda donde ocurrieron los hechos permanece resguardada por la policía, pero el resguardo no aplaca el mi3do, la indignación ni la impotencia que envuelve a la comunidad.

 Dos niñas siguen perdidas. Una madre fue silenciada. Y un posible agr3s0r continúa sin rendir cuentas.

Hoy, la exigencia es clara y urgente: que Sofía Camila y Natalia regresen con v1d4, que haya justicia para Maritza y que ninguna familia vuelva a pasar por este d0l0r desgarrador.

Porque no basta con lamentar; hace falta actuar, buscar, denunciar y no permitir que la vi0l3nc1a contra muj3res y n1ñ4s siga siendo una historia que se repite.